25.2.06
Matrimonio
A mi Madre:
Después de agrupar esas cajas, y abrir otras llenas de recuerdos, entendí que el dolor era propio de una mudanza, y quise guardarlo por años, junto a mis juguetes y libros.
Tenía que ver con un cambio más profundo, emocional y del alma, y aquí lo escribo todo, e letras que de una u otra forma, son más que ideas, son aires que van y vienen entre las fisuras que dividen mi cabeza con el corazón, y que a la vez los unen con los silencios necesarios, para poder escucharlos.
Hace 5 años, no hubiese pensado que todo sería así. Cuando pensaba en tu vejez, y en la madurez del Franco y mía, todo se veía mucho más distinto al panorama que puedo imaginar ahora.
No quería verte como una abuela soltera, por eso solía verte en Valdivia, habitando los mismos rincones, ya cambiados, pero con la misma esencia. A veces tendía a creer que quizás te lanzarías al mundo después de nuestra independencia... luego comprendí que no hacía falta lanzarte, que tan sólo debías disfrutar de buenos viajes y descanso.
Hoy todas esas ideas han sido modificadas, porque el que rehagas tu vida y encaminemos nosotros las nuestras, por otra ruta (alternativa), cambia los viejos planes, y mis proyecciones sobre tí, y nosotros.
Vacilaba en ese instante, cuando el cambio entró de lleno a mis emociones... Era inquietante percatarse que todo se cubría con una fumarola de amor que salía de sus bocas, y una gota de misterio que se leía en nuestros ojos.
Aún así, se respiraba en todos lados, ese amor nos iba cambiando. Para bien, y no para mal, es que era necesario. Respirar una vez más lo que es el amor como testigos, y algo de aquellos suspiros, nos tocaba la boca, para poder sonreír con ellos.
Santiago es otra cosa. Y así, con el Esteban, tus vueltas por el mundo, no serían en solitario.
Posiblemente, ese mismo efecto mariposa te traiga de vuelta. A mí también me gustaría volver, pero quién sabe, no es bueno imaginar tanto futuro, mejor vivir este ahora tan efímero.
También somos nosotros los que nos casamos. Los que, aun que no queramos, debemos renunciar a algunas cosas para vivir la misma vida, en distinto contexto.
Sé que suena egoísta, hablar de nuestras vidas así, y de tu protagonismo en ellas, pero es lógico, y tú también has tomado las precauciones, para que esos cambios, a la larga, contribuyan a nuestra historia, y a nuestro desarrollo como personas.
Un camino sorpresa, me saca de la autopista y me proyecta a una calle misteriosa. Y que NO me asusta.
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