Un espacio caído desde el caracol de tu boca,
desde el espasmo de árboles y copas de poemas,
verdes, maduros de tanto recitarlos, repetirlos en
tiza sobre cemento… Y luego un asfalto petrificado.
Desde el fuego insensible de tus y (míos) yos son sólo
planicies quebradas. No hay mares ni odiseas de
por medio,
ni alentables caracoles infinitos caídos del nudo
de las bocas,
no hay lenguas nuevas, ni partidos deportistas
olvidados. Somos y no.
Era,
y ya, la cantata de nadie, de todos, de una piel
que corrugaba al ritmo del pulso angustiante, de pasos
de guerra, de saber que somos una batalla.
Ejércitos de partículas propias, somos más
que sangre somos más que sangrías.
Himno mío,
y más verso muerto entre tanta palabrería, y
sí. Palabra-ría, y todo. Y sí, contaba la vida
de soles y días, de cabalgates entre un espejo
que no paraba de mirarme, que en su fondo yo mis-
ma me observaba desde cualquier parte, en el
fondo la guerra era vacía de nada.
Un becuadro, dos becuadros, un matiz que
roía la penumbra limitante, 1… 2… 3, y
zás! otra vez un caracol y su camino de
1 comentario:
todo y nada po'mija... en eso quedamos y aunque las balas me atraviesen una y otra vez como en un sonido regurgitante, me alegro que decida salir y airearse; el tema seguira estando presente; Emotional Stand-By, para verte tanto y verte siempre, toparme en los pasillos del sueño en plena guerra, desenvaina tu espada y lucha, lucha hasta no poder más y regalar tú ultimo aliento a la causa porque saber que no es en vano nada.
Se despide, atte
Policronotrompometropiezo
Publicar un comentario