CLARA
Dos niñas exhaustas de beber el centro y médula del cuerpo, de esa leche que mana de la pena y la angustia amarga. Corrían, porque aún beben si corren, y aún corrían entre Uds., si es que bebían del mismo cuerpo. Tal vez eran sus ojos quienes corrían, huían de mirarse bien, de centrar la mirada ante la otra, interpelándose.
5 comentarios:
la leche amarga seca, es bueno que las niñas sigan corriendo, exhaustas, casi a ciegas.
un beso, colega.
:)
muy bien.. me gusta harto y el encabalgamiento es muy preciso.
tal vez eran us ojos quienes corrian...
salud amor alegria y anarquia
(y poesia para ustedes :)! )
las miradas también, Marítima.
Porque de los ojos, bien puede mostrarse el mundo y las almas, por lo que, según Focault, nosotros podríamos ser un reflejo.
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