8.7.10

(...)



Yo quiero que mi piel se queme como bramando,

yo quiero que mis ojos se lloren como diciendo en vano,

yo quiero invocar al cielo como el suelo me implora oídos.

Así,

a rastras, a tientas mis venas,

con los pies hundidos en la pena de volverse polvo,

porque polvo serán después de pisar fuerte y leve,

como volando en cada salto,

como peleando la tierra,

como llamando al suelo, 

despertando al monstruo.




1 comentario:

Pietro Galleani dijo...

me acordé de las veces en que te vi llorar y mis consuelos infructuosos