28.6.06

Logos

Paranoica era la boca que hablaba, y se consumía de a poco en sus propias honduras. A veces, las voces sonaban tardías, para otras tantas, los versos eran estrofas perdidas. (Así se siente cuando las palabras, flotan secas por dentro), y la antología de frases hechas, se retuercen sin sus lazos negros. OH! Cómo sabe la noche sin letras robadas, cómo se calma la herida que se escuece en la mañana. Y la sangre de la encía, (que se irrita de tanto logos) paraliza su curso fluido, se detiene en el mentón y resbala, se ataja sola en el aire y prefiere cambiarse de casa, almacenar poetas muertos, dentro de una probeta (gastada), y junto a ella (la sangre), rendirse al poder de las letras.- Psykhe

1 comentario:

prettyalmi dijo...

La boca acaramelada con sangre me impulsó a comer urgentemente (a comer no.. a chupar?) un bom bon bum

mua!